Una correcta iluminación en calles y carreteras es esencial para garantizar la seguridad de conductores, peatones y ciclistas. No se trata solo de instalar luminarias, sino de planificar su distribución, dirección e intensidad para lograr una iluminación eficiente, uniforme y segura. Aspectos técnicos como la óptica y la uniformidad del flujo luminoso juegan un papel determinante en este objetivo. Si quieres saber qué considerar en un proyecto de iluminación vial, sigue leyendo.

Aspectos importantes a destacar

En este punto, se necesitan tener claros una serie de aspectos que deben darse para conseguir una buena distribución lumínica. A continuación te contamos cuales:

  • Óptica: La óptica en los sistemas de iluminación hace referencia al diseño del conjunto de lentes y reflectores que determinan hacia dónde se proyecta la luz. En el ámbito vial, una buena óptica permite enfocar la iluminación directamente sobre la calzada y áreas peatonales, evitando pérdidas por dispersión y reduciendo el deslumbramiento. Así como evitar puntos ciegos o zonas mal iluminadas, impidiendo que los conductores identifiquen obstáculos o peatones con suficiente anticipación. 
  • Uniformidad del flujo luminoso: No basta con tener zonas muy iluminadas si otras quedan en penumbra. Este contraste obliga al ojo humano a adaptarse constantemente, generando fatiga visual y aumentando la probabilidad de accidentes. En vías rápidas o con alta densidad vehicular, una iluminación uniforme permite que los conductores mantengan una percepción clara y constante del entorno, facilitando la toma de decisiones rápidas y seguras. En zonas urbanas, mejora la visibilidad de peatones y ciclistas, especialmente en pasos de cebra o intersecciones.
  • Seguridad peatonal y percepción del entorno: La correcta iluminación de aceras, pasos peatonales y espacios públicos disuade actos delictivos, mejora la visibilidad de las personas y fomenta el uso del espacio urbano durante la noche. Además, contribuye a crear una sensación de seguridad y confort visual que mejora la calidad de vida de los ciudadanos y promueve la movilidad sostenible.
  • Eficiencia y sostenibilidad: Optimizar la distribución lumínica mejora la seguridad, pero también favorece el ahorro energético. Al utilizar luminarias con buena óptica y sistemas de control adaptativo, se puede reducir el consumo eléctrico sin sacrificar la eficacia de la iluminación.

Estos elementos son clave en el diseño de la iluminación vial. Su correcta implementación mejora la seguridad, reduce los accidentes y contribuye a una ciudad más habitable y sostenible. En Asvitae estamos altamente cualificados para planificar tu proyecto de alumbrado público con criterios técnicos rigurosos y con una visión integral del espacio urbano.